jueves, 4 de septiembre de 2008

Venus y Adonis

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de José de Ribera (1591-1652)
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El mito de Adonis es de origen semita y lo recogió Hesíodo; comienza con el infortunio de su madre. Tías, rey de Siria, tenía una hija, Mirra, de cuya belleza estaba tan orgulloso que solía decir que ni la propia diosa de la belleza era tan hermosa como ella. Estas palabras provocaron a Venus, la diosa del amor y la belleza, que consiguió que Mirra llegara a desear a su propio padre, incesto que, inconsciente de sus actos, llevó a cabo con la ayuda de su nodriza Hipólita, durante doce noches. Pero al fin, cuando su padre se dio cuenta de quién era su amante, la persiguió para matarla, armado con un cuchillo.
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La joven Mirra, viendo cercana su muerte, imploró la protección de los dioses, los cuales la convirtieron en el árbol que, por ella, se llama "mirra". Sin embargo, a los nueve meses, un jabalí hendió sus colmillos en el árbol de la mirra y de él surgió un bellísimo niño: Adonis.
Venus, enternecida por el niño, lo recogió y se lo entregó a Proserpina, diosa de los infiernos, para que lo criara.
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Cuando Adonis creció, quiso Venus recuperarlo para ella, pero Proserpina no lo consentía, por lo que tuvo que intervenir Júpiter, dios supremo y padre de las dos diosas, quien decidió que el joven viviría un tercio del año con cada una de ellas y que el resto lo pasaría donde él quisiera. Con esas condiciones, Adonis decidió habitar junto a Venus siempre que le era posible; a causa de ello, Marte, dios de la guerra y amante de Venus cayó en las garras de los celos. Para vengarse de Adonis, aprovechó que el joven era muy aficionado a la caza y azuzando a un jabalí, consiguió que el animal provocase la muerte de Adonis. Al oír la diosa su grito de muerte, salió corriendo a protegerlo, pero llegó cuando éste ya estaba agonizando. De cada una de sus gotas de sangre, junto a las lágrimas de Venus convertidas en rosas, surgía una anémona.
Venus, en memoria de su amante, instituyó una fiesta que las mujeres sirias celebraban todos los años en primavera. Plantaban las semillas en recipientes especiales, llamados jardines de Adonis, y los regaban con agua caliente para que brotasen pronto. Las anémonas así nacidas mueren pronto, como el propio Adonis.
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Adonis es símbolo de la vida, la muerte y la resurreción en la naturaleza. En invierno, época en que Adonis desciende a los infiernos junto a Proserpina, todo parece morir, para finalmente resurgir en primavera, al volver aquél junto a Venus.
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